viernes, 26 de febrero de 2010

REVOLUCION CIUDADANA, SIN CIUDADANOS - GUAYAQUILEÑO MADERA DE GUERRERO O REVOLTOSOS DE PALO



Revolución ciudadana, sin ciudadanos
Guayaquileño: madera de guerrero o revoltosos de «palo»
por: Dixon Jiménez


Después de tres años de instaurarse la vulgarizada Revolución Ciudadana como se la ha calificado a esta nueva forma de gobernar del presidente Rafael Correa, se entiende que ésta no terminó cuando las pistolas «verdes de calibre XXI» se callaron, después de haber posesionado hace tres años a su «majestad» en el poder. Al parecer nunca fue algo que pudiese ganarse solo en el campo de batalla o completarse con las innumerables leyes que la apuntalan y obedecen a sus padres fundadores. La Revolución Ciudadana era, y sigue caminando, una lucha que todavía se está librando en la mente y el corazón de sus misarios, según ellos para estar a la altura del credo fundador.
Algunos de los más arcaicos sobresalientes prosélitos de este modelo socialista que galopea con mayor tropel en América Latina veían al ciudadano como un individuo enérgicamente movido por una ética personal que lo impulsara a la solidaridad y al bien común sin necesidad de incentivos materiales para ello. Sin embargo los injuriosos creen que esta nueva izquierda, es una teología de la liberación y doctrina social de la Iglesia, combinada con una gran dosis de autoritarismo y de intolerancia política.
En el caso concreto del Ecuador, la emplazada «revolución ciudadana» a juzgar por sus fustigadores, escasea de ciudadanía que comulguen con su tendencia, sin embargo los acontecimientos truculentos y bastardos del pasado político crean el tablado ideal para que los figurantes de Alianza País continúen con su candileja. Las galimatías de los eficaces pescadores los llevan a creer que «el pescado se pudre por la cabeza» y es que el autoritarismo desafiante ejercido a plomo por su alférez (Rafael Correa) aleja la unificación de un pueblo sutilmente despedazado por el regionalismo y enigmáticamente unido en causas patriotas, hoy en día reprimidos por el régimen cuando protestan y sus dirigentes descalificados por los ahítos espetones del paladín de la revolución. La radiografía que exhibe la encuestadora Market para desencanto gubernamental, denuncia que la credibilidad y popularidad del presidente Correa zigzaguea el 35 %.
Desde hace un mes, Jaime Nebot Saadi, ex candidato presidencial y tres veces reelecto Alcalde de la refulgente ciudad Guayaquil, atesora una credibilidad y aceptación del 80 % a nivel nacional, viene encabezando la que se ha denominado «marcha pacífica o de resistencia» en contra del Gobierno por una supuesta disminución en las asignaciones presupuestaria del Gobierno Central que por ley le corresponde al municipio de Guayaquil. Según el régimen se asignará 175.2 millones y el cabildo sostiene que la ciudad porteña y sus pobladores necesitan 192 millones. Según el presidente Correa y su consejera económica, Guayaquil nunca ha recibido tanto recursos de parte del Gobierno como los destinados durante su administración. No obstante las «lumbreras Griegas» prueban que en el 2006 para Guayaquil se destinó el 13.3% del total de la transferencia global del régimen seccional autónomo a nivel nacional, en comparación con el 8.08 % (175,2 millones) que pretende otorgar el Gobierno este año lo que servirá según el Alcalde apenas para cubrir el 80 % de las necesidades de la ciudad.
En este afán por deslegitimizar las declaraciones de la contraparte en torno a la cifra conveniente, estos números se han traducido en inversión y gastos para una economía nacional donde «el estado crece y disminuye el patrimonio de los ciudadanos, es lo típico del socialismo» según el periodista Jorge Ortiz. Para vuestro conocimiento, solo en el mes de enero, el presidente malgastó $ 613.086 versus 394.964 despilfarrados por la entidad porteña.
De todas maneras la marcha esta prevista para el jueves 11 de febrero, a partir de las 15:00, en la Av. 9 de Octubre. «La empezaremos en las calles que es el único espacio que nos queda, el único del cual no se ha apropiado el Gobierno, el único que no nos pueden quitar, así saldremos a las calles juntos, unidos, invencibles, por el progreso, por la unidad, por Guayaquil, por nosotros, por la Patria, por nuestros hijos y por nuestros nietos, adelante…». Dijo durante su lanzamiento oficial.
«Si se quiere hacer una revolución donde se quiera convertir a Ecuador y a Guayaquil en la Venezuela de hoy, no será. No por comunistas, no por socialistas, sino por fracasados. Por jugar con el hambre y el progreso del pueblo. No mil veces no. Guayaquil y el Ecuador a eso jamás», concluyó terminantemente el burgomaestre probado a nivel nacional por su gestión al demostrar que las municipalidades son los patronatos públicos fundamentales de la descentralización. Su legalidad histórica, su contacto cercano con la comunidad y el conocimiento de sus dificultades los hacen un agente clave para abrir la puerta al desarrollo.
En este afán de protesta por la llamada dignidad de la «Muy Noble y Muy Leal Ciudad de Santiago de Guayaquil» como se la conocía hasta el 1820, el Presidente de la Junta Cívica de Guayaquil dijo que «la gente de Guayaquil dejará su sangre en las calles para defender a Guayaquil.» esperemos que pise fuerte la sensatez.
La Ministra Doris Solís, Coordinadora de la Política del régimen arremetió contra esta convocatoria argumentando, «Creo que la marcha que está planteando el Alcalde (Jaime) Nebot está sustentada en una base falsa que ya ha sido debatida, y derrotada diría yo, como tesis política en el país y reemplazada por la justicia regional». Replicó además «es una tesis regionalista que no tiene asidero y que creo que no cabe en la nueva política que la inmensa mayoría de ecuatorianos queremos construir».
Resumiendo un poco, aspirar detener el trote del jinete – Revolución Ciudadana - es una abierta utopía, sin ser libelista, creo que intentar alcanzar el buen vivir a pesar de reprimir al individuo, es una quimera del Socialismo.
Leí un artículo interesante que decía que la ciudad de Guayaquil sin la provincia del Guayas es solo una ciudad. Guayas y Guayaquil han mantenido y aunque débilmente conservan una dependencia diádica con sus pares cantonales y parroquiales de la cavidad del río Guayas. Luctuosamente los Guayaquileños la ciudad más populosa de todo el país, donde se asienta el 17% de los habitantes del Ecuador, reconocidos por sus heroísmos al ser el escenario donde se definió la primera independencia del Ecuador, cuando sus valientes guerreros lucharon contra la corona hace aproximadamente 190 años, ahora ven como a su principal defensor de la ciudad, cada vez lo arrinconan más detrás del Sillón de Olmedo. Y con él a muchos Guayaquileños, y ecuatorianos que aún se guindan de la rama de la llamada oposición.
Al parecer la Revolución se está asentando, el anillo está cerrado y empiezan a darse los primeros movimientos en la radicalización del Socialismo del S. XXI, se puede ver que el batallón de seguidores a nivel nacional se está repotenciando, los «Ministros salvadores» de la gestión gubernamental comienzan a tomar más cuerpo y ahora con gabela pública. Así funciona en países que apostaron por éste modelo.
Sin embargo no todo es protervo, el Presidente ha dado pautas que sabe lo que persigue. Ministros y otros colaboradores son afines con los objetivos presidenciales. Al modo de entender de algunos, es el gobierno más sólido y efectivo desde la reconstrucción de la democracia; argumentando además que varios de los gobiernos anteriores no han tenido algo importante, direccionamiento. Sin mencionar lo que señalan varios analistas del exterior, nuestras relaciones con la comunidad internacional han conseguido el nivel al que nuestros colindantes llegaron tiempos atrás. Se escucha también que lo social está en primer plano, el descenso de las desigualdades sociales está en la primera página de la libreta política presidencial. En cuanto se refiere a la Inversión pública. Los estándares muestran que la proporción de la inversión dentro del gasto público total ha crecido, lo que quiere decir que a nivel de infraestructura, el país se actualiza y rejuvenece.
Como emigrante alejado un poco de la realidad ecuatoriana, me es difícil y no pretendo alcanzar el patrimonio de la verdad, solo me queda reflexionar el mensaje de un caballero inmortal de esta tierra cuando dijo; «Se puede engañar a algunos todo el tiempo y a todos algún tiempo, pero no se puede engañar a todos todo el tiempo.» Abraham Lincoln

1 comentario:

  1. QUE SIGA LA REVOLUCION CIUDADANA Y CON MANO FUERTE CONTRA LOS PELUCONES Y SUS LAMBONES

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